Es una afección carcterizada por una serie de alteraciones: obesidad abdominal, alteración en el metabolismo de la glucosa y de la insulina, hiperlipemia mixta e hipertensión. Su consecuencia más grave es el aumento del riesgo cardiovascular, pero también se desarrolla más fácilmente diabetes tipo 2, ovario poliquístico, esteatosis hepática, litiasis biliar, asma, SAS y algunas formas de cáncer. El consumo habitual de fibra disminuye todos sus componentes.