Foto de la receta

Aporta hidratos de carbono, minerales y fibra. Buenísima mermelada para untar unas tostadas con mantequilla para desayunar o endulzar un yogur casero.

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Ingredientes

  • 1300 g de fresones maduros
  • 600 g de azúcar
Tiempo: 3 horas  
Dificultad: Fácil

Lava y limpia las fresas o fresones de rabitos. Colócalos en una olla alta, tápala y caliéntalo suavemente de manera que empiece a soltar su jugo sin evaporarse todavía. Entonces destapa, añade el azúcar sin menear y tapa de nuevo olla. Después de unos 15 minutos y cuando veas que realmente ya puede hervir destapado, continua la cocción durante un par de horas, a fuego lento y removiendo de vez en cuando para comprobar que no se pega. Cuando haya reducido casi a la mitad menea energicamente con una varilla o un par de tenedores de manera que se desmenucen los grumos que queden. No utilices una batidora eléctrica porque se forma espuma y queda demasiado suave. Apaga y envasa en tarros de vidrio que tapen bien (con tapa metálica).

Esteriliza todos los tarros menos uno (pues será el primero que empieces), sumergiéndolos totalmente en agua hirviendo, durante 20 ó 25 minutos en función del tamaño de los tarros. Si añades, en el agua de esterilizar, medio vasito de vinagre, los envases no quedarán blancos por la cal del agua. Etiquétalos con el nombre de la mermelada y la fecha de elaboración y guárdalos en un lugar oscuro, fresco y seco.

Para preparar cualquier mermelada hay que añadir la mitad de azúcar que de fruta (siempre bien madura) pelada y deshuesada. Es muy práctico que peses los desperdicios que vayas acumulando en una bolsa de plástico y lo restes del total de fruta. En nuestro caso hemos pesado 1300 g de fresas, los desperdicios pesaban 100 g. Así que si en la olla quedan 1200 g de fruta limpia, tendremos que añadir 600 g de azúcar. Con estas cantidades puedes envasar 2 tarros grandes ó 3 medianos.