Aprende a interpretar correctamente las recomendaciones de tu pediatra. El bebé irá creciendo y deberás ir introduciendo progresivamente nuevos alimentos y permitiendo que el bebé demuestre todo lo que es capaz de hacer, ayúdale a aprender a comer sólo, te lo agradecerás.

Tu bebé está creciendo rápidamente. Enséñale a comer

Designamos como Beikost cualquier tipo de alimento del lactante, diferente de la leche materna o fórmula de inicio. Generalmente se acostumbra a empezar a los 4 meses si le has dado lactancia artificial y a los 6 meses si materna. Actualmente la tendencia es de empezar a los 6 meses en el primer caso y en el segundo intentarlo también pero con un margen mucho más amplio.

Hay quién opina que se puede esperar hasta al año si el bebé rechaza la comida y si sigue creciendo bien sólo con leche materna aunque no están todos los especialistas de acuerdo. Desde el punto de vista de una dietista, opino que las edades son simplemente orientaciones no hay estudios científicos que aseguren una u otra opción.

Conoce el riesgo de alergia

Lo más importante a la hora de empezar es que sepas que cada alimento nuevo que le des conlleva un riesgo de alergia en el bebé. Es un conjunto de fenómenos de carácter respiratorio, nervioso o eruptivo, producidos por la absorción de sustancias que dan al organismo una sensibilidad especial frente a una nueva acción, incluso con cantidades mínimas.

Aproximadamente el 5% de los niños menores de 3 años y el 1.5% de la población general sufre trastornos de alergia alimentaria. La alergia es más frecuente en los recién nacidos ya que están desarrollando el tracto gastrointestinal. Incluso algunos recién nacidos pueden ser alérgicos a la leche materna. Eso significa que los alimentos potencialmente alergénicos (leche de vaca, huevos, pescado azul, naranja, fresa, melocotón, soja, frutos secos, marisco, «trigo») debes darlos a probar cuanto más tarde mejor (alrededor del año) para que el bebé sea más fuerte y capaz de sobreponerse en caso de ser alérgico.

¿Cuando aparece la alergia?

La alergia suele aparecer al probar el alimento por segunda vez, aunque a veces aparece a la primera, quizás también sea la segunda porque la primera le entró sin saberlo a través de la leche materna. Los alimentos nuevos debes darlos separándolos entre si dos semanas, nunca combines dos alimentos nuevos (sobretodo los potencialmente alergénicos) en una misma comida porque entonces no sabrás a cual de los dos está debida la reacción y deberás suprimir los dos alimentos de la dieta durante mucho tiempo.

Un consejo útil es no darle a probar alimentos nuevos durante las vacaciones en lugares no habituales (te costará mucho nerviosismo encontrar un centro sanitario), así como en fiestas u otros eventos especiales.

Cuidado con el huevo

Recuerda que la parte especialmente alergénica del huevo es su clara, normalmente se recomienda hervir el huevo para poder eliminar la clara, pero desgraciadamente eso no es suficiente, quedan proteínas de la clara en la yema. O sea la yema hervida no elimina totalmente el riesgo de padecer alergia a la proteína de la clara. A pesar de ello, es una buena manera de introducir el huevo en la dieta pero una vez has comprobado que la yema no le provoca ninguna reacción entonces puedes ofrecerle, con precaución (poca cantidad inicialmente), la clara, pero no tiene ningún sentido esperar varios meses para darle la clara, o sea el huevo entero. Debes introducirlo en la dieta alrededor del año por ser potencialmente alergénico.

El yogur es una buena opción

El yogur es un alimento que también crea confusión, como el huevo. Se obtiene cuando las proteínas de la leche se desnaturalizan (y producen el cuajo) en un ambiente ácido por crecimiento de unos microorganismos concretos. Teniendo en cuenta que la alergia a la leche la producen las proteínas en su estado inicial (el de la leche líquida), entonces vemos que el yogur ya no es un alimento potencialmente alergénico. Por lo tanto es un alimento más que puedes incluir en la dieta a partir de los 6 meses, no te hace falta comprar los «yogures» de fórmula adaptada. Otros productos de leche espesa (natillas, crema, flan, …), son igualmente alergénicos que la leche, por lo tanto no se los des a probar hasta que hayas comprobado su tolerancia a la leche y los huevos.

Conoce el gluten y evita sus riesgos

El gluten merece por sus características e importancia ser tratado aparte. Es una proteína que se encuentra en algunos cereales, el trigo es el más importante pero también aparece en la avena y el centeno. Esta sustancia es capaz de provocar una atrofia intestinal que a veces se confunde con una rección de tipo alérgico. Puede aparecer en individuos genéticamente predispuestos una enfermedad llamada enfermedad celíaca o celiaquía que es de por vida y que no tiene por ahora otro tratamiento que el de la eliminación absoluta de los alimentos que contienen gluten, pero también puede no manifestarse nunca. El problema es que no sabemos quién está genéticamente predispuesto, además de en las familias en las que haya algún caso diagnosticado puede aparecer en cualquier persona.

Puedes prevenir la enfermedad celíaca

Todo esto que es tan poco claro tiene un método preventivo que aunque no asegura nada individualmente si lo hace estadísticamente. La enfermedad la puedes prevenir o al menos retrasar su aparición (importante para un bebé) dándole lactancia materna y retrasando al máximo la introducción de los alimentos que contienen gluten. Los cereales comerciales a «partir de 6 meses», el pan, las galletas y bastoncillos de pan son alimentos que se ofrecen al bebé a edades muy tempranas, pues bien, como todos éstos tienen gluten, debes evitarlos mientras sea socialmente posible, seguramente te va a ser imposible seguir sin ellos a partir de los 9 ó 10 meses y posiblemente habrá sido suficiente.

Con una sola vez basta

Solamente hace falta que pruebe el glúten una sola vez para que el tratamiento preventivo se anule, o sea que si ya lo ha probado una sola vez aunque sea por accidente (una miga de pan «robada furtivamente» de la mesa o del suelo) ya no hace falta seguir impidiendo que lo pruebe. La enfermedad además no depende de la cantidad que se toma, con cualquier cantidad se puede desencadenar. La mejor prevención es la combinada: retrasar mucho la introducción del gluten y estar tomando todavía leche materna cuando llega la prueba. Además se incorporará lentamente, pues hay estudios que muestran la conveniencia de una lenta introducción del gluten en la alimentación.

Calendario de introducción de nuevos alimentos

El calendario de introducción de nuevos alimentos que da un médico es meramente orientativo por lo que cualquiera sea el que te aconseje el pediatra será igualmente válido. Al bebé le da igual empezar por la fruta, los cereales o la verdura, lo importante es hacerlo paulatinamente.

El orden genérico habitual es el siguiente:

  1. leche
  2. harinas (sin gluten)
  3. frutas. A veces se intercambia por las harinas (cereales)
  4. verduras
  5. alimentos proteicos

Entre los 4 meses (si toma biberón), o los 6 (si toma lactancia materna), y los 12 meses se puede conseguir una alimentación equilibrada con la definición de los sabores fundamentales: dulce, ácido, salado y amargo y la aceptación de texturas variadas.

Controla sus deposiciones para comprobar la tolerancia a los nuevos alimentos

Las deposiciones que indican intolerancia de un alimento en tu bebé son las siguientes:

  • deposiciones fermentativas: color blanquecino, olor agrio indican mala tolerancia a los hidratos de carbono (glúcidos).
  • esteatorrea: deposiciones blandas y brillantes pueden indicar intolerancia al gluten.
  • diarrea putrefacta: deposiciones semilíquidas, oscuras y de olor putrefacto muestran intolerancia a proteínas de alimentos fibrosos.

Cualquier otra reacción alérgica indica intolerancia de un alimento por lo que debe ser apartado por unos meses o según criterio médico.

Si tu bebé es de los que «no» comen, lee esto

Saber que un bebé rechaza la comida en función de la necesidad que de ella tenga, por ello no es de extrañar que los bebés que todavía toman leche materna tienen menor necesidad de suplementos vitamínicos de la fruta o de los minerales de la verdura que además es en principio poco calórica y que por ello rechazan tajantemente. Lo mismo ocurre con el agua, parece como si ningún niño supiera beber de un vaso hasta que llega el calor veraniego, entonces verás que saben beber, y mucho. Esto sirve para explicar que si hay bebés que comen poco o no comen determinados alimentos es simplemente porque no lo necesitan.

No le fuerces a comer

Nunca debes forzar a un bebé a comer, un bebé sano debe comer lo que quiera y jamás se pondrá enfermo porque coma menos de lo que quieren los demás, es ley de vida. Hay madres desesperadas que desesperan sus bebés a la hora de comer y eso puede hacer que incluso no quieran probar nada en su presencia, a menudo comen mucho mejor fuera del ambiente materno porque están simplemente relajados.

No fuerces su ritmo

Quieres que tu bebé crezca y sea feliz, deseas que camine pronto pero sobretodo que lo haga bien que no se lastime continuamente, quieres que aprenda a hablar pero que llame a cada cosa por su nombre y quieres que coma pero que lo haga bien, para ello debes ofrecerle lo medios y dejar que él aprenda a su ritmo. Para empezar a darle de comer el bebé debe de tener la capacidad de mantener la espalda recta mientras come, el estómago tendrá así la capacidad de recibir la comida y empezar su digestión.

Ofrécele comida, no triturados uniformes

Como no se inventaron las batidoras antes que los bebés cabe pensar que son cosas independientes, eso significa que la comida tiene una textura u otra en función de los alimentos que hay dentro y que los alimentos hay que paladearlos para diferenciarlos. Si los preparados comerciales están triturados finamente es porque es más rentable que chafar con un tenedor, cortar la carne al través o utilizar un pasapurés, además se aseguran que los huesos o espinas olvidadas quedarán tan finas que no serán peligrosas, y que todos los envases salen al mercado con el mismo aspecto. Pero cuando tienes que preparar una miniración de bebé es mucho mejor optar por ofrecer distintas texturas. Esto sirve para no crear una dependencia del bebé a la batidora. Comprobando sus deposiciones enseguida comprenderás qué es lo que has preparado mal: nunca aparecen trocitos de carne pero si de verdura, guisantes enteros o trocitos de fruta, la próxima vez harás más menudos los trocitos de fruta y verdura y chafarás los guisantes.

Piensa siempre en miniraciones

No creas que la miniración que come de «comida no triturada» es menor que si la bates pues la triturada requiere una gran cantidad de líquido y eso hace aumentar el volumen pero la cantidad es la misma. Ofrécele agua aparte siempre que coma.

Método «moderno» para que tu bebé coma solo

Antiguamente los niños aprendían a comer solos entre el año y el año y medio, seguramente gracias a la falta de batidoras y al exceso de hijos. Actualmente parece que lo moderno es que la madre tenga la santa paciencia de darle de comer desde que nacen hasta los 3 ó 4 años. Es acaso lógico que tengas que llevar en brazos o en cochecito a todas partes a un niño de 3 años que aprendió a andar cuando tenía 1 año, pues lo mismo en el comer. El problema son las prisas, hay que permitir que los niños demuestren lo que son capaces de hacer pues, como todos, tienen afán de superación. Cuando tu hijo sabe tomar un muñequito para llevárselo a la boca también puede tomar con sus deditos comida de tu plato (que sea algo que pueda comer) y llevársela a la boca, comer o jugar, que más da. Cuando sea capaz de registrar un cajón de la cocina o de hacer un garabato con un lápiz también será capaz de llevarse la cuchara a la boca aunque posiblemente estará vacía la cuchara y lleno el babero.

Hay niños que aprenden muy rápido cualquier cosa, otros que tienen preferencia por el tenedor otros por la cuchara, solamente hace falta que se lo ofrezcas sin miedo a que se manche, pues seguramente lo hará.

Para los más lentos en el aprendizaje o incluso los más impacientes y hambrientos un buen sistema es darle primero una parte de la comida habitual, y que termine de comer él solo de un plato como el tuyo. Si cada día le disminuyes un poco la parte que le das tú, en un par de semanas será capaz de comer toda su miniración.

Tu eres su mejor modelo, ofréceselo

Por último explicar que para conseguir todo esto debes permitir que coma en la misma mesa y comer la misma comida que el resto de la familia y servir a todos a la vez, no tiene que comer antes para que puedas comer tranquila pues entonces no tienen modelo. Tiene que estar integrado, ser uno más, no es una molestia, es tu hijo. Para ofrecerle la misma comida debes ser tú y los tuyos quienes se adapten a sus posibilidades digestivas, comidas suaves, con poca o más bien nada de sal, sin picantes, salsas muy suaves. Es un proceso de adaptación por lo tanto es temporal.

Las vajillas y los trozos de comida, a su minimedida

Una vez en la mesa adaptarás el menú a su dentadura, con la ayuda de unas tijeras de cocina. La miniración del bebé puedes ofrecérsela en un bol estable si es para comer con cuchara y el plato de postre u otro plato pequeño si es para tenedor. Ofrecerle platos más pequeños sirve para que no desesperes ante la escasa cantidad de comida que toma habitualmente.

Las vajillas de plástico o melamina no son la mejor opción debido a su inestabilidad así pues la mejor opción aunque parezca extraño es el vidrio o la cerámica, seguro que perderá la comida menos veces, lo mismo ocurre con lo vasos, son mucho más estables y se mojarán la ropa menos veces. Recuerda que en las fiestas de cumpleaños siempre se caen los vasos de plástico. Evidentemente utilizarlos requiere un aprendizaje, debes estar pendiente de todos sus movimientos pero disimulando que sufres por la vajilla, por lo que entra por el pelo o por lo que se pierde por el babero que por cierto colocarás estratégicamente bajo el plato.

La mejor edad para empezar a comer solo

Todo esto debe de empezar como hemos dicho en cuanto el niño aprende a usar las manos con más precisión, si llega tarde el ofrecimiento entonces el niño que se aburre en la mesa porque la comida se la dan en la boca se tiene que entretener jugando con otras cosas y pone muy nerviosa a mamá. Los niños que comen solos no se aburren en la mesa porque tienen cosas que hacer. El niño pierde el interés por comer solo a los 18 meses, si no lo hace ya, entonces no querrá volver a intentarlo hasta los 4 ó 5 años (cuando los demás lo avergüencen).

Minicantidades para mininiños

Lo más adecuado es que le ofrezcas siempre raciones muy pequeñas, empieza con medio cucharón de sopa, medio huevo, medio vaso de leche, una albóndiga…. Si se las termina pues bien y si no pues será porque no quiere más. Si vacía el plato reconoce su mérito pues todos tenemos que aprender a saber cuánta hambre tenemos para servirnos la cantidad justa, alégrate tú también de haberlo acertado. Si durante varias comidas seguidas vacía los platos entonces aumentarás ligeramente la ración, pero no debes volver a llenarle el plato que ya se ha terminado porque entonces en las siguientes comidas apenas probará lo que hay y eso no es sano y además hace que tengas que tirar mucha comida. En cualquier caso si sigue hambriento o le entusiasma lo que ha comido, descuida, lo comunicará enseguida (no hace falta que hable para expresar su apetito).

El biberón y el chupete elimínalos pronto, no son imprescindibles

La eliminación del biberón si es que lo usaba no debe de retrasarse más allá de los 18 meses pues causa, como los chupetes, malformaciones del maxilar y malposicionamiento de los dientes, se sustituye como hemos explicado por un vaso de vidrio preferentemente. A esta edad puede molestarse porque elimines el biberón y el chupete pero no llorará más ni dormirá menos, es cuestión de pasar un par de días algo más nervioso, o no. Una edad muy fácil para hacerlo es al año pues puedes explicarle clara y tranquilamente lo que vas a hacer. Ofrécele, si quieres, a cambio un vaso decorado (en vez del biberón) o un peluche (en vez del chupete para dormir) para animarlo a hacerse mayor. En una semana ni os acordareis de los viejos chupetes ni de los biberones.

Para evitar que dejen de comer, edúcale

A partir de los dos años el niño tiene una mayor capacidad digestiva y su dentadura es completa o casi completa. Es importante que el niño haya diversificado totalmente su dieta, tiene que haberlo probado «todo» y tiene que comer todo lo que habitualmente se come en casa y en todas sus formas culinarias. Evita solamente los picantes, platos muy condimentados o platos de difícil masticación. Por supuesto a esta edad debes tomar como normal que el niño coma y beba solo, con cubiertos y con vaso. Sus raciones siguen siendo mini pero incluso pueden haber disminuido pues ahora crece a un ritmo mucho menor, por lo tanto puede necesitar menos calorías.

La mala educación

Para ofrecer a tu hijo una correcta educación alimentaria debes sobretodo ofrecerle comida, no caprichos consistentes en golosinas, chocolate o dulces cada día ni productos grasos o salados envasados a cualquier hora de día. Si llevas a un niño a cualquier supermercado fácilmente comprobarás que sus preferencias son los productos envasados en bolsas de colores muy llamativos, inicialmente no sabe lo que contiene pero no le importa, ante todo lo quiere. Todo eso es lo que no necesita ni probar, limítaselo hasta donde socialmente esté permitido. Es decir que si vais a una fiesta y hay patatas chips, no necesitas prohibir que lo pruebe pero si puedes ofrecerle además mejores opciones.

Hay mamás que pareciéndoles mal lo poco que comen les ofrecen erróneamente productos que nos son adecuados para ellos y que al ser muy calóricos les engordan pero sin darse cuenta eso hace que aún disminuyan más su ración habitualmente pequeña. Esto genera un círculo vicioso en el que el niño va engordando aunque sin satisfacer sus necesidades nutritivas (fácilmente encontramos anemia en niños con sobrepeso) o le provocará una
obesidad adulta con mucha facilidad. Además, como será lo que siempre a hecho, lo tendrá aprendido como correcto pues mamá nunca se equivoca.